miércoles, 7 de octubre de 2009

ACONDICIONAMIENTO Y CONSERVACION DEL MATERIAL


El ''acondicionamiento" contribuirá a que se obtenga la vida más larga posible para el material vegetal. Para ello es necesario ajustarse a algunas simples reglas. Es preciso cortar las flores muy temprano de mañana o bien al caer la tarde. Se debe tener preparado en el jardín un balde con agua a temperatura ambiente (mejor algo tibia) en el que se sumergirán las flores apenas sean cortadas. Si resulta imposible colocar los pimpollos en agua inmediatamente, los tallos se deben volver a cortar bajo agua lo antes posible, dejándolos sumergidos hasta la parte superior por lo menos durante cuatro horas antes de utilizarlos para el arreglo. Mejor aún si se los deja durante toda una noche.
Las tijeras o cuchillos deben estar bien afilados, de­biéndose efectuar los cortes diagonalmente en el tallo para que la superficie del corte por donde se absorbe el agua sea lo maypr posible. Si luego se utilizara un recipiente alto, el corte en diagonal puede quedar; si el corte es horizontal y el tallo asienta perpendicularmente sobre el fondo del florero, se impide el ingreso de agua. En el caso de un recipiente chato en el que se utiliza un sostén de pinchos, se deben cortar los tallos horizontalmente para asegurar un asiento firme porque ál perfo­rar los pinchos el tallo, queda compensada la reducción en la superficie de absorción de agua.
Es dudoso que los preparados comerciales que se venden con ese objeto, realmente prolonguen la vida de las flores. Sin embargo, las sustancias químicas que con­tienen probablemente reducen el contenido de bacterias en el agua. El mismo objetivo se logra colocando un dis­co de cobre en el recipiente. Se puede disminuir el agobiante perfume de flores tales como las caléndulas, lirios, junquillos, etc., disolviendo aproximadamente una cucharadita de azúcar en el agua.
Existen variedades de material vegetal que exigen especial atención; por ejemplo, los tallos de flores que emiten una savia lechosa al ser cortados, deben ser cauterizados sobre una llama o bien colocados en agua hirviente durante algunos segundos antes de ser acondicio­nados. Se deberá recortar aproximadamente 4 a 5 cm de los tallos de arbustos "leñosos" para posibilitar la máxima absorción. Se deben eliminar todas las hojas por debajo de la línea de agua porque, caso contrario, se pudrirán.
Todos los recipientes que se usen, incluyendo los baldes que se lleven al jardín, el bol utilizado para el acondicionamiento, el recipiente donde se dispon­drá el arreglo y los soportes (tanto el alambre aplastado para recipientes altos como los de pinchos para recipientes de poca profundidad), deben estar escrupulosamente limpios. Si no lo estuvieran, se promoverá la formación de bacterias lo que causará la marchitez prematura de las flores. Es atinado también enjuagar cuidadosamente después del lavado puesto que los restos de detergente o jabón en el recipiente pueden tener el mismo efecto.
Asegúrese que el lugar donde se emplazará el arreglo está alejado de la luz solar intensa que penetra directamente por una ventana, y, asimismo, evite corrientes de aire.
Antes de colocar el arreglo floral en su lugar, fíjese que el nivel del agua sea el suficiente para cubrir todos los tallos, y vuelva a llenar el recipiente cada vez que sea necesario.
Arbustos. Todos los arbustos de tallos leñosos tales como la madreselva, el almendro, el manzano silvestre, la camelia japonesa y el ligustro, deben ser limpiados de corteza raspándolos en una longitud de 3 a 4 cm y luego cortados los tallos sea con tijeras o golpeando con martillo. Las lilas, aunque pertenecen a esta categoría deben tratarse un poco más delicadamente: primero quite todo follaje inmaduro de la rama, luego raspe y corte. Coloque los tallos cortados en un recipiente con 5 cm de solución de alcohol metílico durante 2 a 3 mi­nutos; inmediatamente después, colóquelos en agua fresca.
Follaje. Palabra utilizada para describir más de una hoja sujeta a un tallo mientras que "hoja" se refiere a la unidad foliar quitada del tallo. Ver parágrafo referente a "Conservación",

Hojas. Es necesario que toda hoja de textura blanda "carnosa", sea bien acondicionada. Las hojas del caña­coro, tanto rojo como verde, las de cala, las de begonias, ruibarbo, etc., responden bien a la inmersión en agua durante una noche.
Bulbos. Los narcisos, jacintos, junquillos, lirios del valle, etc., se conservan durante mucho más tiempo si son cortados en la parte verde del tallo. La parte blanda don­de se unen al bulbo no. absorbe agua. Si los tallos de los tulipanes se curvan, átelos en un manojo alrededor de una varita delgada, sujetándolos en lugar cercano a la cabeza de la flor y alrededor del tallo. Párelos en agua que llegue casi hasta las flores durante varias horas y luego disponga el arreglo.
Lirios acuáticos. Arránquelos cuando todavía son un capullo cerrado. Una gota de parafína derretida vertida en el centro de la flor, evitará que se cierren por la noche.

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